LAS CUALIDADES DE UN PORTERO

LAS CUALIDADES DE UN PORTERO

LAS CUALIDADES DE UN PORTERO

 

            Muchas veces se habla de que el oficio más cruel del mundo es el de portero de un equipo de fútbol, ya que siempre estás solo ante el peligro. Como una especie de llanero solitario, tienes que aguantar todos los golpes que te vayan echando y eres la última esperanza de tu equipo para evitar que le marquen un gol. Normalmente, el portero de un equipo de futbol carga a sus espaldas mayor responsabilidad que el resto de sus compañeros de equipo, ya que sus fallos se ven mucho más y sus aciertos suelen infravalorarse. Por tanto, el portero es el héroe silencioso de su equipo.

 

            Sabemos que no es nada fácil ser el portero de tu equipo de fútbol. Por este motivo, vamos a hablar hoy de las cualidades que no le pueden faltar a un buen portero para ser un auténtico candado en su portería y salvar a su equipo.

 

Seguridad en sí mismo

 

            Ten clara una cosa: todos los grandes porteros han fallado una vez en su vida; y no sólo una... ¡Muchas! ¿Quién no recuerda los errores de Victor Valdés o Ter Stegen antes de convertirse en lo que son ahora mismo? Si quieres ser un gran portero, debes tener claro que fallar está permitido, pero dejar de creer en ti mismo no.

 

            Aunque es injusto, cargas a tu espalda tu responsabilidad y la de tu defensa, por tanto tienes que proyectar seguridad. Para hacerlo, debes tener claro cuáles son tus puntos fuertes y no dejarte influir por un error. El ejemplo más claro es Gigi Donnarumma que gracias a creer en sí mismo ha conseguido ser el portero titular del Milán con tan solo 18 años.

 

Capacidad de reacción y reflejos

 

            Aunque siempre hay que saber colocarse bajo palos, está claro que un portero tiene que tener esa capacidad de reacción que le haga parar lo imposible. Un gran portero no sabe hacia dónde va el balón, lo intuye y lo para. Iker Casillas o David De Gea son grandes porteros expertos con unos reflejos fuera de lo normal.

 

Juego con los pies

 

            Aunque pueda parecer una tontería, el fútbol ha cambiado tanto que hoy en día se le exige a un portero que sepa jugar con los pies para lograr batir las líneas de presión de los delanteros rivales. De esta forma, puedes darle a tu equipo muchas opciones ofensivas. Sin ningún tipo de duda, Marc-André Ter Stegen y Manuel Neuer son los grandes referentes del juego con los pies.

 

Valentía en los balones aéreos

 

            En el fútbol hay una regla no escrita: El área pequeña es del portero. Por tanto, tienes que perder el miedo a llevarte un golpe en un córner por salir a recoger el balón porque el área pequeña es tuya. Por tanto, ármate de valor… ¡Sal a por todas! Esto es lo que diferencia a un buen portero de un gran portero. Thibaut Courtois es el máximo exponente de la seguridad aérea hoy en día.

 

Concentración y colocación

 

            Y por último, el punto más importante de todos: La concentración. Un portero concentrado y bien colocado para muchos más balones sin la necesidad de lanzarse a por ellos o de hacer una “palomita” para la foto. Y es que no hace falta lucirse para ser efectivo. En este caso, puedes tomar como referencia a uno de los mejores porteros de todos los tiempos: Gianluigi Buffon.

 

            Al final, todos los porteros han soñado alguna vez con hacer esa parada mágica que deja a todos boquiabiertos; todos han querido ser Casillas parándole aquel tiro a Robben. Pero ser portero es mucho más que eso. Dicen que un delantero te gana partidos, pero un portero te da campeonatos.